Reconquistando la patria perdida

La derecha trata de reconquistar la patria perdida

El ejército entra poco a poco en Bari

El batallón San Marco toma posiciones cautelarmente fuera de los centros de inmigrantes

 

Bari ha sido elegida como lugar de pruebas para la nueva operación de seguridad del ministro La Russa que entró en operación el 4 de agosto cuando 3000 soldados entraron en acción por todo el país.

Esta es una militarización de facto del territorio, comenzando oficialmente en Bari a las 7.00h en presencia del viceministro Mantovano y continuando luego en Roma, Turín, Milán, Nápoles, Bolonia, Verona, Padua, Palermo, Gorizia y Calabria.

Hay 310 soldados estacionados en Apulia (205 en Bari, los demás en Foggia y Brindisi).

En la capital de Apulia, 90 soldados están ya operativos, patrullando las zonas turísticas de la ciudad y una de las partes más pobres de Bari, la barriada de San Pio, mientras que otros 150 están vigilando los dos centros de inmigrantes - El centro de acogida de refugiados (CARA) y le centro de identificación y expulsión (CIE). Aún así, durante su "visita" al CARA, el viceministro Mantovano tuvo que ser protegido por dos cordones de seguridad debido a una manifestación y las protestas de los casi 900 inmigrantes (en una estructura concebida para albergar a 700) que han estado "acogidos" allí durante varios meses mientras sus papeles están en trámites.

Esta no es una operación de maquillaje, ni en Apulia ni en ninguna parte, como la oposición parlamentaria afirma. En vez de eso estamos siendo testigos de los primeros pasos de un plan para tener una presencia militar permanente en las calles, con las fuerzas armadas en funciones de policía militar (de la misma forma que experiencias extranjeras desde Kosovo a Iraq, desde Afganistán al Líbano), para vigilar y controlar lugares y zonas de importancia estratégica para la seguridad del país. Las normas actuales de acantonamiento están abiertas a una posible ampliación, dado que el nivel de alerta ya sólo puede aumentar en vista de la campaña frenética que está alimentando el insitinto animal de reprimir. Y todo por la "modesta" suma de cerca de 31 millones de euros para el periodo 2008-2009.

Esto es el comienzo de un círculo vicioso que será imposible de romper o declarar terminado (como fue el caso de la intervención militar de la Operación Vísperas Sicilianas o la Operación Primavera en Apulia), ya que no ha sido diseñada para ser una operación de emergencia, sino una administración normal del territorio.

El objetivo principal es, por supuesto, anti-inmigrante (transformándolos a todos en delincuentes potencialmente peligrosos), en la ilusión de ser capaces de detener los procesos migratorios por medio de hacer de la inmigración ilegal un delito y de métodos represivos a largo plazo. En comparación, las patrullas de las zonas turísticas, de barriadas deterioradas (en donde se necesitan políticas sociales, no policías militares), de iglesias y residencias diplomáticas (como el consulado de EEUU en Nápoles!), parecen residuales.

Con el incremento del empleo del ejército en los confines del país, la visión y la praxis crítica del antimilitarismo ve la confirmación de su valor político. El Antimilitarismo siempre ha considerado que las fuerzas armadas son instrumentos de represión, tanto en el extranjero como en casa.

Necesitamos construir estructuras de base que monitoricen las actividades de la policía militar, que denuncien actos de represión, intimidación y violencia, y promover una cultura de cohabitación basada en la solidaridad y no en la represión.

Hoy, Bari no es más segura que ayer. Italia no es más segura hoy que hace un mes.

Hoy, aún hay bandas de neofascistas campando a sus anchas, los racistas aún se dedican a la violencia racial, el cuerpo de la mujer se sigue tratando como un objeto, los trabajadores siguen muriendo en el trabajo. Y el estado paralelo del crimen internacional sigue haciendo sus negocios en paz.

FEDERAZIONE DEI COMUNISTI ANARCHICI

Bari, 4 de Agosto, 2008

Traducido para www.alasbarricadas.org